Mi experiencia con la lactancia materna o cómo conseguí darle el pecho a mi hija tras 3 semanas hospitalizada

Ya hace unas cuantas semanas os conté la historia de mi parto y hoy, cuando Illa cumple 7 meses, me he animado a explicar nuestra experiencia con la lactancia materna. Porque muchas de vosotras os preguntaréis cómo conseguí darle el pecho a mi hija después de 3 semanas ingresada en neonatos.

Illa nació por cesárea el 12 de abril de 2015, como la ingresaron nada más nacer no pude darle el pecho ni hacer el piel con piel el primer día de su vida. Para mi era muy importante hacer ambas cosas pero en esos momentos la verdad es que sólo pensaba en que mi pequeña se recuperase.

Después de 48h del nacimiento de Illa me desperté en mi habitación del Hospital Sant Joan de Déu, Illa había sido ingresada la noche anterior en la UCI de neonatos y parecía que se recuperaría poco a poco. Nos esperaban 3 largas semanas allí (aunque entonces no teníamos ni idea de cuánto tiempo sería) yo necesitaba hacer algo por mi hija. Estar esperando sin poder hacer nada se nos hacía eterno.

EL SACALECHES

Esa mañana decidí empezar a sacarme leche con el sacaleches, además las enfermeras me animaron a hacerlo ese mismo día porque sería muy bueno para la recuperación de Illa.
Todavía no me había subido la leche y el inicio fue algo difícil. Me dijeron que intentara sacarme leche cada 2 o 3 horas, y así estimularía el pecho para la subida de la leche. Las primeras veces salía muy poca leche, y con poca leche me refiero a que las primeras veces quizás sacaba 1ml o menos. Poco a poco cada vez fui consiguiendo un poquito más y diría que fue al día siguiente cuando ya noté la subida de la leche y empecé a sacar cada vez más cantidad.

Yo me sacaba la leche y la ponía en jeringuillas pequeñas que entregaba a las enfermeras y se la administraban a Illa mediante una sonda para complementar la alimentación artificial. Al principio la leche era amarillenta (calostro) y poco a poco fue aumentando en cantidad y en blancura. Empezaron a alimentar a Illa solamente con leche, al principio muy poquita y luego cada vez más. Yo tenía que sacármela cada 2 horas para tener la necesaria para dársela a Illa, que era cada 3 horas: a las 9h, a las 12h, a las 15h, a las 18h y a las 21h, el resto de horas de la noche también la alimentaban cada 3 horas a través de una sonda.

Los primeros dos días fue relativamente fácil porque yo estaba en una habitación del hospital en la misma planta donde estaba Illa y la tenía super cerca. Me podía sacar la leche y llevársela directamente. Cada día iban aumentando la cantidad de leche que le daban cada 3 horas: 20ml, 40ml, 60ml, 80ml… El progreso fue muy rápido y yo no daba abasto! Dos días más tarde me tuve que ir a casa a dormir dejando a Illa en la UCI de neonatos. Lo de sacarme leche era como una obligación y un entretenimiento que me ayudaba a estar con la mente ocupada, pero a la vez era un poco estresante porque Illa cada vez demandaba más cantidad de leche y yo no tenía tanta como para completar todas las tomas así que le tenían que dar leche artificial cuando yo no tenía suficiente.
Durante el día yo pasaba algunas horas en el hospital y allí mismo me sacaba la leche y la entregaba al banco (es todo un mundo, lo tienen todo super organizado) y durante las horas que estaba en casa la iba guardando en la nevera y la entregaba al banco de leche cuando iba al día siguiente. Había días en que no tenía suficiente cantidad como para que todas las tomas fueran de leche materna así que tenían que darle artificial. Para mi eso era un bajón, me parecía muy importante conseguir la lactancia materna, se convirtió en todo un reto.

Todo iba bastante bien y me arreglaba con el sacaleches, la congelación de la leche, el circuito y el banco de leche del hospital y demás. A las 8h de la mañana me levantaba, me sacaba la dosis de leche y nos íbamos al hospital para llegar a entregar la toma de las 9h. Yo iba agotadísima, me levantaba cada 2 horas para sacarme leche y acababa de pasar por una cesárea, estaba muy cansada y todavía no me había recuperado de la operación.

Lo que me gustó del Hospital Sant Joan de Déu es que fomentaron desde el minuto 1 la lactancia materna y el contacto con la madre, ambas cosas muy importantes para la recuperación de bebés hospitalizados. Mi gran temor fue siempre que Illa no me reconociera. Aunque me decían que ella sabía que yo era su madre, yo no me sentí madre hasta mucho tiempo después, pues durante ese tiempo no pude estar más que unas pocas horas seguidas con ella. Sentía cómo que no podía hacer nada por ella, por eso el sacarme leche y conseguir alimentarla fue todo un reto para mi.

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La mañana que me desperté en el HSJD empecé con la extracción de leche y además me puse en el cuerpo un montón de peluches para que cogieran mi olor y ponerlos en la cuna de Illa

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EL INCIDENTE

Entonces, una semana exacta después del parto, ocurrió algo que me marcó y fue un antes y un después en varios aspectos de mi vida. El domingo me desperté a las 8h como cada día, fui al baño y volví a la cama con todos los accesorios del sacaleches para sacarme la leche que tocaba. Estaba sentada en la cama con el extractor y entonces noté como me bajaba algo de líquido, parecía la regla. Me sobresalté, miré la sábana y era sangre, me asusté. Fui corriendo al baño y seguía saliendo sangre, y de repente… boom! Cayó en el water una bola de sangre impresionante, mi marido que estaba delante de mi se quedó impresionado. Entonces me empecé a marear y le di instrucciones a mi marido: llama a la ambulancia, me voy a desmayar.
Me estiré en el suelo con las piernas en alto y unas compresas presionando con la mano para aguantar la hemorragia como fuera. No me desmayé, y mientras esperábamos a la ambulancia di gracias de que justo ese día Xavi no se había ido a correr porque había estado saliendo todos los días anteriores. También di gracias por tener a Illa en el hospital en buenas manos y que no me hubiese pasado eso estando sola con ella en casa.
Le dije a Xavi que preparase mi maleta con las mudas que necesitaría para salir del hospital, el cargador del móvil para estar en contacto con la familia etc. Yo iba en pijama y estaba todo lleno de sangre. Es increíble lo que tarda en llegar una ambulancia y lo lento que es el traslado. Me di cuenta de ello con el traslado de Illa, y ahora me pasaba a mi. La primera ambulancia era de tanteo, cuando vieron que la cosa era grave llamaron a otra ambulancia que venía con un médico. Tenía la presión muy baja, me pusieron varias bolsas de suero que mi cuerpo chupaba como si nada.
Después de mucho rato esperando a estabilizarme, me pusieron en una camilla envuelta con mantas y sin movilidad, y ¡lo que costó ponerme allí! porque yo no podía levantarme ni hacer esfuerzos o sangraría más. Salir de casa y bajar las escaleras con la camilla fue un show, yo intentaba hacer un poco de broma pero Xavi estaba super preocupado. Por suerte ese día el hermano de Xavi estaba de guardia en el hospital Vall d’Hebron donde trabaja y pedimos que nos llevaran allí, cuando llegamos ya nos estaban esperando.
Me miraron y efectivamente es lo que yo creía, tenía un sangrado del útero. A veces pasa. Es de esas frases que he oído tanto durante mi embarazo y mi parto. A veces pasa, y me pasó a mi.
Puede ser un resto de placenta mal adherido que cause un sangrado o mil cosas más, el caso es que había ido llenando mi útero de sangre hasta que finalmente había salido y allí me encontraba. Lo había oído en las clases pre-parto, en historias de una amiga de una amiga… pero nunca te imaginas que te puede pasar a ti.

Sólo había pasado 1 semana desde el parto y 3 días desde que me miraron antes de irme a casa del hospital, pero hasta entonces no había pasado nada. Me tuvieron que hacer un legrado para sacarme los restos de placenta que tenía, que normalmente se van expulsando poco a poco pero que en mi caso habían causado un sangrado monumental. Por suerte lo cogimos a tiempo y la evolución fue buena, aunque me metieron no se cuantas bolsas de líquidos y dos bolsas de sangre, porque había perdido tanta que necesitaba un buen filete para recuperarme.
En teoría podía irme a casa esa misma tarde pero tenía TANTO miedo que me negué a irme de allí. Me pasé toda la tarde en un box de urgencias recuperándome poco a poco. La primera toma de leche tuve que desecharla debido a la anestesia de la operación y mientras Xavi me ayudaba a sacármela yo lloraba de rabia por tener que tirarla, de impotencia por no poder estar con mi hija y de miedo por todo lo que me había pasado.

Las siguientes tomas ya pude guardarlas en la nevera del hospital, en unos botes de vidrio de la marca Nuk que me dieron en el hospital (los mismos que tenían en el HSJD) que todavía conservo y que van genial para guardar y congelar la leche. A todo esto llamamos a mi madre que pasó por casa a buscar la leche que me había extraído la noche anterior y se la llevó a Illa al hospital. Por la noche mi cuñado me consiguió una habitación en urgencias donde dormí bastante bien y hasta pude ducharme al día siguiente.
Cuando me desperté y me miré en el espejo parecía un monstruito, con la cantidad de líquidos que me habían dado para hidratarme estaba más hinchada que un globo. Me duché con la ayuda de mi marido y me vestí con la ropa que le había pedido que pusiera en la maleta. Pero me había olvidado los zapatos así que nada, me puse unas bolsas verdes de esas del hospital y directos al taxi que nos llevó volando a Sant Joan de Déu a ver a nuestra pequeña. Un día sin verla se había hecho eterno.

LA RECUPERACIÓN

A partir de la operación empecé a tener menos leche, casi no me salía nada y me estaba empezando a desesperar. Ya lo dicen que cuando hay una operación de por medio o un buen susto la leche se puede «cortar». Pedí información en el hospital que me dieron unas pautas a seguir pero estaba desesperada y quería algo rápido así que contacté con Cris, mi amiga que es doula y propietaria de la tienda Aúpali (de la que os he hablado en varias ocasiones), para explicarle lo que me había pasado y si sabía alguna técnica para conseguir aumentar la producción de leche.
En seguida me citó una técnica que fue la que usé, la extracción poderosa y un enlace a la página de Alba Lactancia donde se explicaba perfectamente todos los pasos a seguir. Lo aconsejo totalmente a las mamás que quieran aumentar la cantidad de leche. La extracción poderosa trataba de sacarme leche cada hora durante 5 min de cada pecho al menos 24-48horas para estimularlo y producir más leche. Lo hice al pie de la letra. Hasta me compré un extractor doble para ir más rápido. Al cabo de pocos días conseguí volver a tener más cantidad de leche y no sabéis lo contenta que me puse al conseguirlo.

EL PRIMER CONTACTO

Pasaron unos días más siguiendo con la extracción de leche y la alimentación a través de sonda. Tenía muchas ganas de poder darle el pecho a Illa pero hasta que no le quitaran el respirador que llevaba intubada no podría hacerlo. En parte tenía muchas ganas pero en parte tenía miedo a que no se cogiera bien.
Unos días más tarde, llegué al hospital y Rosa Mari, una de nuestras enfermeras, nos dijo que podía probar a darle el pecho. Podéis imaginar ese momento. Cada día había alguna novedad y nunca sabías qué iba a pasar, ese día fue una buena sorpresa. Rosa Mari me enseñó cómo hacerlo y Illa al principio sólo olía y movía la boca pero al rato ya estaba mamando como una auténtica profesional. ¡Qué experiencia! ¡Qué emoción!
Yo no podía pasarme las 24 horas con ella porque tenía que ir a casa a dormir y descansar pero intentaba ir cuando eran las horas de la toma y entonces me la ponía al pecho, comía un poco y el resto de tomas le daban la leche por la sonda. Era muy importante pesarla antes y después de cada toma para comprobar qué cantidad tomaba, si tomaba algo o simplemente chuperreteaba. No podía estar con ella todas las tomas del día, pero intentaba estar al menos 2 o 3 tomas cada día.

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PREPARÁNDONOS PARA LA VUELTA A CASA

Los últimos días pasaron súper rápidos. La última semana la empezamos en el box A (donde habíamos estado las semanas anteriores), luego pasamos unos días en el box B, otro día en el box D y finalmente Illa ya estaba preparada para irse a casa. Pero antes faltaba asegurarse de que comía bien y cogía peso porque no es lo mismo hacer 2 tomas con mamá y el resto que te lo den con una sonda que comer exclusivamente leche materna.

Nos instalamos 2 días en el hospital, en una habitación habilitada para hacer estos dos días de alimentación exclusiva con leche materna. Antes de irnos a casa debíamos asegurarnos de que estaba cogiendo peso.
Esos dos días fueron muy duros. Estuvimos encerrados con ella en una habitación compartida (con otra mamá y su bebé). La teníamos que pesarla antes y después de cada toma para ver cuánto comía y Illa no paraba de llorar… Nos pasamos la noche paseando pasillo arriba y abajo con la niña en la teta pero no se calmaba. No sabíamos si eran cólicos, si hacíamos algo mal, si todavía tenía el síndrome de abstinencia (debido a la medicación) el caso es que después de 2 días larguísimos, de no dormir nada, de miedos e incertidumbres, nos dijeron que ya nos podíamos ir a casa. Esos dos últimos días en el hospital fueron un poco la adaptación que los papás hacen cuando nace el bebé, esos dos días de rigor donde puedes preguntar todas las dudas que tengas al personal cualificado porque cuando llegues a casa no tendrás ninguna ayuda. Nosotros aprovechamos para preguntar muchas cosas durante esas 3 semanas.

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LA LLEGADA A CASA

Era domingo de nuevo y habían pasado 3 semanas desde que Illa nació. Para nosotros parecieron 3 meses. Fueron las 3 semanas más largas de nuestras vidas y estábamos listos para irnos a casa como una familia por fin.

Los primeros días fueron durísimos. Illa lloraba mucho, se despertaba por la noche y se pasaba 3 horas gritando como una loca sin parar y nosotros agotados sin dormir. Creíamos que eran cólicos, después vimos que se quedaba con hambre. Cuando le ofrecimos un biberón de leche artificial, se lo comió y se calmó.
Mi mundo se vino abajo cuando me di cuenta de que tenía que darle un suplemento de leche artificial después de cada toma porque se quedaba con hambre. Le daba un biberón de unos 30ml después del pecho.

Parece mentira lo lento que te pasa el tiempo durante esos días. Estuve dándole suplemento solamente una semana y a mi me pareció que fue un mes. Al cabo de una semana Illa me vomitó el suplemento 3 tomas seguidas y entonces entendí que ya no lo necesitaba. Le dejé de dar el suplemento y conseguí darle leche materna en exclusiva. Solamente le dábamos un biberón antes de irse a dormir para que se lo pudiera dar su padre. Intentaba sacarme leche para que Xavi se la diera en biberón en esa toma pero muchas veces no podía hacerlo así que le dábamos leche artificial antes de irse a dormir, y lo seguimos haciendo a día de hoy. La verdad es que no me preocupa en absoluto, y es un momento que hasta hace poco ella tenía con su padre (ahora solo quiere teta teta y más teta y sino no se duerme).

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6 MESES DE LACTANCIA MATERNA EXCLUSIVA

Desde el principio mi idea era hacer 6 meses de lactancia materna exclusiva, y con lo que me había costado dar el pecho tenía claro que quería cumplirlo. El pediatra me propuso empezar con la fruta a los 5 meses y yo erre que erre insistí a esperar a los 6 meses, y así lo hice. Lo conseguí!

Cada madre es única y sabe qué es lo mejor para ella y para su hijo, a veces no puede dar el pecho y no sabéis lo duro que es eso porque yo estuve a punto de no conseguirlo pero tuve mucha suerte y Illa se cogió super bien, no me dolió nunca el pecho y la experiencia fue maravillosa. Otras madres no quieren dar el pecho y debemos respetar todas las decisiones porque no sabemos qué razones hay detrás, la lactancia materna es algo muy duro y no todas podemos hacerlo o estamos dispuestas a pasar por ello.

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Para mi la lactancia materna ha sido y está siendo una experiencia única de conexión con mi bebé. Ese momento es especial y hay una complicidad tan grande entre mamá y bebé que es inexplicable. Los inicios son muy duros, no sabes cómo colocarte, te agobias cuando se pone a llorar en medio de la calle, tienes miedo a que se quede con hambre… Pero yo que he vivido tanto la lactancia materna como la artificial he de decir que además de los beneficios saludables que tiene la leche materna, no hay nada más cómodo y rápido como sacarse la teta antes que preparar un biberón!

He de decir que en mi caso tuve mucha suerte con la lactancia: nunca me ha dolido el pecho más que las molestias de los primeros días, pero también he de decir que Illa ha sido muy demandante y desde el inicio hasta ahora ha comido muy a menudo, poca cantidad pero muchas veces, más o menos cada hora y media la tenía pegada al pecho lo cual me ha «obligado» a estar con ella en todo momento, y lo pongo entre comillas porque yo no he querido despegarme de ella ni un momento!

Estoy muy contenta y orgullosa de haberlo intentado y conseguido, y animo a todas las mamás a luchar por conseguir una buena lactancia materna. No pasa nada si al final no se consigue, hay veces que no es tan fácil como en mi caso así que no hay que desanimarse si no se puede, pero que no digan que no hemos luchado por conseguirlo!

Gracias por seguirme y haber leído hasta aquí, espero haber ayudado a alguna futura mamá con esta historia!

Publicado por

LittleMiss

mamá & creativa

31 comentarios en «Mi experiencia con la lactancia materna o cómo conseguí darle el pecho a mi hija tras 3 semanas hospitalizada»

  1. Danae, una vez más me has emocionado. Compartimos muchas cosas, días de UCI de nuestros pequeños, el extractor que nos íbamos turnando, Rosa Mari que nos enseñó a las dos como dar el pecho a nuestros pequeños…. Yo también he conseguido la lactancia materna después de una cesárea urgencia y 4 días separada de mi príncipe porque estábamos en hospitales distintos. Recuerdo que lo único que yo podía hacer des del hospital era estimularme para llenar la jeringuilla y que mi marido la pudiera llevar al hospital. Pero a pesar de las dificultades, lo conseguimos, es lo único que salió como esperaba, así que para mi también fue un orgullo conseguirlo. Pero como Illa, mi pequeño valiente también me lo puso muy fácil. Te agradezco mucho que cuentes tu historia, porqué seguro que puede ayudar a muchas mamás. Sabes que yo estaba el primer dia que le diste el pecho a Illa?? Muchísimas gracias de nuevo! Besos!!!!

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    1. La verdad es que todas las familias que pasamos por allí somos unas campeonas! Qué gracia que estuvieras allí ese día que las dos estábamos pasando por esos días tan difíciles pero que nos han hecho más fuertes. Qué bien haberlo conseguido! Y qué recuerdos más bonitos a pesar de todo…

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  2. ¡Qué historia! No te conozco más q por las redes sociales, pero creo q eres una mujer muy valiente y muy fuerte. Tuvieron que ser momentos muy duros. Compartir tu historia es un gesto precioso que puede ayudar a otras mamás que también pasan por situaciones difíciles. Enhorabuena por tu peque, que es preciosa además!

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  3. Me hace gracia que al final digas » hay veces que no es tan facil como en mi caso». Facil?
    Lo que te ha pasado a ti ha sido de todo menos facil. Has demostrado ser una luchadora y el dia de mañana cuando Illa lo lea estara tan orgullosa… Me alegro de que al final todo haya salido bien. Eso es lo más importante. Un abrazo

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  4. Felicidades por este post, y también por haber conseguido dar lactancia exclusiva a tu hija sin morir en el intento. Me he sentido muy identificada, yo también tuve una cesárea de urgencia y mi bebé tuvo que ser trasladado a la UCI de otro hospital nada más nacer. Estuvimos 5 días separados y él estuvo 2 semanas ingresado, así que pasé exactamente por lo mismo que tú: sacaleches donde cada ml es un triunfo, el agotamiento de la extracción día y noche tras la cesárea, el miedo de que mi bebé no me reconociera, la emoción el primer día que pude ponerlo en mi pecho y empezó a mamar… Y hasta que no te he leído no me he dado cuenta de que en realidad tenemos motivos para sentirnos muy orgullosas por no habernos rendido!!!
    Lo que sí aprendí en aquellos días tan duros es que me había transformado, la maternidad me había empoderado y esta experiencia me llevó a formar una comunidad (www.maters.es) con el objetivo de poder empoderarnos todas juntas en la maternidad. Estoy convencida de que nuestra fuerza puede mover montañas, y lo único que necesitamos para ello es creérnoslo!!!! Gracias por este post, hoy me voy a dormir con una evidencia más de lo valientes que somos, y también de lo bonito y necesario que es compartir…

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  5. Una vegada més la pell de gallina al llegir-te, quan l’Illa sigui gran i pugui llegir-te estarà orgullosa de la «Madraza» que té!
    Un petó guapa!!!

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  6. hola. Por casualidad he dado con tu blog y la verdad es que estoy muy emocionada de leer tus vivencias con tantos detalles y sentimientos que hace que se me ponga la piel de gallina. Yo tengo un bebe de un año y diez meses y no he pasado por tu situacion pero entiendo por lo que has pasado porque lo que se siente por tu hijo es algo inexplicable y maravilloso al mismo tiempo que hace que te enamores desde el minuto uno. Gracias por compartir esta experiencia y me alegro tanto que ahora estes disfrutando de ese bebe que ya veras dentro de poco corretear. Mucha suerte.

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    1. Gracias Cristina por tu comentario, la verdad es que explicar una mala experiencia te ayuda a liberar un poco lo que tienes dentro y si mi historia puede ayudar a alguien mejor que mejor. Un abrazo para ti y para tu peque!

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  7. Hola al leerte se me han saltado las lágrimas pues mi parto se parece mucho al tuyo en avanzar con contacciones y lenta en dilatar con sufrimiento fetal y con casi cesarea de urgencia que se lo pensaron tanto que al final en quirofano todo listo salió mi niño con forceps, tenían miedo de que tb le hubiera pasado lo mismo que a tu niña y tb lo ingesaron namás nacer me siento muy identificada por suerte evolucionó muy bien fueron tres días de incubadora y lo mismo que describes con la lactancia ha sido facil muy a menudo y tb sin separarme de él durante el primer año y con dos años aún LM.
    Muchas felicidades a ti y a Illa, las dos grandes luchadoras, besos.

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    1. Pues la verdad es que sí que coincidimos en muchas cosas. Se pasa fatal en esos momentos, lo único que piensas es que no puede salir mal y mira a veces por lo menos las cosas acaban saliendo bien!

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  8. Enhorabuena, me das mucha envidia, yo también pasé por un legrado y una endometritis, me quedé sin leche y no fui capaz de recuperar la lactancia, además tuve que tomar bastante medicación y, aunque en principio era compatible, al niño no le sentaba bien y tenía la sensación de estar envenenándole, en fin … es una espinita que me queda, me habría encantado poder amamantar a mi hijo

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  9. Yo también tuve a mi peque ingresado tras una cesárea de urgencia por un desprendimiento de placenta. Durante el embarazo tenia pensado en dar el pecho pero tampoco me obsesionaba: si tenia que dar algún biberón lo daria y si no funcionaba, daria leche de fórmula sin remordimientos. Fue ver a mi hijo tan pequeño, indefenso, intubado y luchando por quedarse con nosotros que me hizo pensar que si algo tan diminuto estaba esforzándose tanto yo no podía ser menos y allá que fui al lactario cada tres horas hasta que una semana después de nacer pude ponérmelo al pecho. Y conseguí lactancia materna en exclusiva los 6 primeros meses. Pensaba que era solo alimento y anticuerpos… Nunca imagine el inmenso vínculo que crea… mucho más que alimento y defensas… Gracias por compartir tu experiencia…a mi me ha traído a la mente muchos momentos duros pero también bonitos… seguro que ayudas a muchas madres que tengan que pasar por un trance parecido… un abrazo.

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  10. Hace un tiempo que te sigo por instagram pero no había entrado en el blog hasta ahora y me ha encantado conocer un poco más vuestra historia.
    Yo también tuve a mi segundo hijo en San Juan de Dios el 6 de junio de 2014 por cesárea y estuvo en la UCI mucho tiempo así que todos los líos de sacaleches, respiradores, legrado unas semanas después de la cesárea (en mi caso no me puse tan mal pero también tuvieron que hacerlo porque de repente empecé a sangrar otra vez como el primer día), después de la UCI unos días en la habitación a ver si se cogía al pecho (en nuestro caso no hubo manera y nos fuimos a casa con la sonda y una bomba para la leche) también los he vivido… Son días muy intensos, con muchas emociones buenas y malas y creo que todas las que hemos pasado por ello entendemos lo que debiste pasar.
    Me alegro que al final todo saliera bien. Tu niña está para comérsela 😉
    un abrazo,
    Agata

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  11. Uau!!! Quina història! Jo fa 3 mesos que sóc mare i per sort vaig tenir un part i una recuperació genial (he llegit el post de la uci) i una lactància molt bona, tot i els neguits de les primeres setmanes. Ets una dona de ferro i molt, però que molt valenta!
    Quan jo tenia 2 anys, vaig tenir un accident de cotxe amb la meva mare i han sigut gairebé 17 anys d’operacions, cures, hospitalitzacions, visites…. Així que em faig una brevíssima idea de les teves pors. Chapeau noia!

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  12. Gracias por compartir tu historia.Por hablar con tanto respeto sobre la lactancia.Sobre cualquiera de los tipos qué cada madre decide o puede elegir.
    Y por hablar con sinceridad sobre el primer año de la maternidad…
    Enhorabuena!

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